Las aguas se consideran termales cuando superan la media de la temperatura ambiente del entorno en que están ubicadas. El Instituto Termal de Paipa, por ejemplo, cuenta con espacios dentro de la clasificación “aguas termales magmáticas y alcalinas”, cuya composición favorece una reacción positiva en el organismo de la persona que se sumerge en ellas.
En Paipa, Boyacá, a tres horas promedio desde Bogotá en carro particular, se encuentra el Instituto Termal, un complejo de piscinas con propiedades terapéuticas para quien se sumerge en ellas.
Las aguas termales magmáticas emergen del magma que está en el centro de la tierra. Además, están compuestas por elementos químicos como el arsénico, boro, bromo, cobre, fósforo y nitrógeno. La característica de “alcalinas” la obtienen debido a que, a diferencia de las ácidas, no contienen sulfuros tóxicos para el ser humano, lo que las hace aptas para sumergirse en ellas.
Dentro de la clasificación de las aguas termales también están las telúricas. A diferencia de las magmáticas, estas carecen de minerales terapéuticos
El pozo azul natural de aguas termales es fuente de abastecimiento para las piscinas del Parque Acuático ITP, en sus alrededores hay jardines para evitar que los visitantes se acerquen demasiado debido a su alta temperatura, la cual supera los 74 grados centígrados.
En un día festivo de temporada alta, las termales de Paipa llegaban a recibir hasta 8.000 personas, en un día normal esta cifra ascendía a las 1.200 personas, ahora dando cumplimiento a los parámetros de seguridad necesarios para su funcionamiento, podrán ingresar un máximo de 250 personas por día