El cierre temporal del Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz puso en pausa la operación aérea de Barranquilla y obligó a las aerolíneas a reaccionar rápido. Avianca fue una de las primeras en activar un plan de protección para los pasajeros afectados, luego del incidente registrado con una aeronave de carga de la empresa Aerosucre. La prioridad, según la compañía, es reducir el impacto en los viajes programados y evitar que la contingencia se traduzca en caos para los usuarios.
Como parte de las medidas, Avianca habilitó el cambio de vuelo sin costo para los pasajeros con reservas desde y hacia Barranquilla durante el día de hoy. Una decisión práctica en un momento donde el margen de maniobra es limitado y cada hora cuenta para quienes viajan por turismo o negocios.
La aerolínea también abrió la opción de reubicar pasajeros a través de aeropuertos alternos como Cartagena y Santa Marta. La disponibilidad dependerá de la capacidad de sillas y de la operación activa en esas terminales, que hoy funcionan como válvulas de escape para la conectividad de la región Caribe.
“Los pasajeros serán notificados a través del correo electrónico y número de contacto registrados en su reserva. Los cambios también pueden gestionarse directamente en avianca.com o en la aplicación móvil de la aerolínea”, informó Avianca en su comunicado oficial.
Estas acciones buscan contener el impacto mientras avanzan las revisiones técnicas de la pista, activadas bajo los protocolos de seguridad tras el incidente. La operación aérea solo se reanudará cuando las autoridades lo autoricen.
Para el sector turístico, la situación vuelve a poner sobre la mesa la fragilidad de la conectividad ante eventos inesperados. Cada cierre aeroportuario no solo afecta itinerarios, también altera reservas, agendas y decisiones de viaje.
Avianca, por ahora, optó por la contención y la flexibilidad. Una respuesta que, en momentos como este, pesa más que cualquier discurso.