Wingo presenta la lista de curiosidades más desconocidas sobre el nuevo destino que ahora opera desde Bogotá. Además de playas mundialmente famosas, visitadas por celebridades y millonarios, a solo dos horas de Bogotá, hay otros tesoros que no te puedes perder en Curazao.
La isla de Curazao, famosa por su atractiva mezcla afrocaribeña, europea y latinoamericana, es una de las más conocidas del Caribe. Sus playas, clima y cultura la hacen un destino soñado por muchos y sabemos que cuando pensamos en Curazao se nos viene a la cabeza sus emblemáticas casas de colores o lo particular de su nombre, sin embargo, pocos conocemos el origen de estos. Por esta razón y a propósito del lanzamiento de la ruta Bogotá–Curacao, Wingo presenta cinco curiosidades sobre este paradisiaco destino.
1. ¿Dónde está ubicado? ¿Es un país o una colonia?,
Curazao no es una isla portuguesa, ni francesa, sino holandesa. Durante ciento cincuenta años, este país perteneció a España y desde 1815 pasó a ser una colonia holandesa. Se encuentra en América del Sur y es una isla transcontinental que se encuentra al sur del mar Caribe y muy cerca de Venezuela. Fue hasta 2010 que se convirtió en un país constituyente del Reino de los Países Bajos, incluso tiene su propio parlamento y Primer Ministro.
2. ¿Curazao, Curacao o Curaçao?
Todas las formas son correctas, así que no importa cómo lo escribas, pero, ¿de dónde proviene su nombre? Existen varias teorías acerca del origen del nombre actual, sin embargo, las más conocida y aceptada es que viene de la palabra portuguesa curación (curação) o corazón (coração). Hoy en día, a nivel local, la isla es cariñosamente conocida como “Dushi Korsou” (Dulce Curaçao).
3. ¿Y el idioma?
Curazao cuenta con más de cincuenta nacionalidades en la isla, la mayoría de su población cuenta con ascendencia europea (en su mayoría española y holandesa), africana, caribeña y colona judías, e incluso de sefardíes que se refugiaron en Portugal y posteriormente en Brasil. Debido a esto, su idioma se compone por distintas lenguas y es conocido como papiamento, está basado en una mezcla de criollo africano-portugués con español e inglés. Sin embargo, los Curazoleños hablan dos idiomas más: inglés y holandés.
4. ¿Por qué las casas de colores?
Las fachadas de Willemstad son uno de los atractivos más conocidos de esta isla. Los colores celeste, naranja, verde y rosado pastel son los más comunes. Más que memorar la historia holandesa de sus orígenes, el color de sus casas va más allá de estética urbanística, pues según la ley vigente promulgada en 1817, por el entonces gobernador de la isla, Albert Kikkert, los exteriores no pueden ir de blanco porque el resplandor del sol causa dolores de cabeza y ceguera. Su particular estilo le hizo recibir el título de patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
5. Sus comidas y bebidas
La gastronomía curazoleña es tan variada como su población, se usan diferentes clases de vegetales y animales para crear platos con sabores y texturas únicas. El plato más famoso de la isla es el keshiyená, que significa queso relleno y se originó en las mesas de los esclavos que rellenaban este ingrediente con lo que podían. En su versión original, está lleno de verduras, encurtidos, pollo y huevos.
Por otra parte, su bebida más conocida es un licor conocido como Curaçao Blue, alcohol destilado de la corteza de naranjas locales y cuya graduación varía entre los 15 y 40 grados.