Alquiler de vehículos toma la delantera: el turismo de fin de año dispara la demanda en las carreteras colombianas

El fin de año ya encendió motores en Colombia y, como suele ocurrir, el país se vuelca a las carreteras. Viajar por tierra volvió a ganar terreno entre quienes huyen de aeropuertos saturados o simplemente prefieren manejar su propio tiempo. En ese escenario, el alquiler de vehículos se convirtió en protagonista silencioso pero decisivo, una alternativa que combina autonomía, comodidad y, para muchos, un alivio frente a la logística caótica de diciembre.

Las cifras de la Superintendencia de Transporte lo anticipan: en la temporada decembrina de 2024 se movilizaron más de 4,04 millones de pasajeros por vía terrestre. Para 2025, las proyecciones apuntan a un aumento impulsado por más viajes familiares, más turismo por carretera y una preferencia creciente por soluciones de movilidad hechas a la medida. En el sector ya saben que diciembre no es un mes cualquiera: las reservas de carros de alquiler se multiplican, superando con holgura las de cualquier temporada regular.

Detrás de este repunte no hay misterio, sino razones prácticas. La gente quiere planear su viaje sin depender de horarios ajenos, modificar recorridos sobre la marcha, llegar a destinos donde el transporte público no pisa y evitar los dolores de cabeza que implica cargar el carro propio en trayectos largos. A eso se suma la variedad de la oferta: desde económicos para la ciudad hasta camionetas familiares y vehículos para rutas retadoras. Todo con revisiones al día y asistencia en carretera, un detalle que en temporada alta vale oro.

Diego Avendaño, líder de Localiza Rent a Car en Colombia, lo resume sin adornos: “El alquiler de vehículos se ha convertido en una alternativa estratégica para quienes buscan viajar sin complicaciones y con control total sobre su experiencia. No se trata solo de llegar al destino, sino de disfrutar el recorrido, optimizar el tiempo y viajar con la tranquilidad de tener todo bajo control”. En un país donde la improvisación suele dominar los viajes, la idea de “control total” tiene más tracción que nunca.

El auge del alquiler de vehículos también conversa con el boom turístico tradicional de diciembre. En 2024, la ocupación hotelera marcó indicadores fuertes: 72,4% en Cartagena, 66% en San Andrés y Providencia, y 56,1% en Antioquia. Además, Colombia recibió un 10,9% más visitantes no residentes frente al año anterior. Más turistas, más movimiento, más necesidad de movilidad flexible. Una ecuación que el sector automotor entiende bien.

En medio de este contexto, alquilar un vehículo ya no es un lujo ni una decisión improvisada, sino un engranaje clave en la experiencia de viaje. Permite conectar regiones, evita cuellos de botella logísticos y aporta a la economía local a medida que las familias recorren pueblos, zonas rurales y corredores turísticos que dependen de ese flujo para cerrar el año con números positivos.

Con las carreteras a punto de llenarse y el calendario marcando la temporada más intensa del año, el alquiler de vehículos se consolida como un aliado para quienes buscan viajar sin perder la cordura. Y para el sector turístico, como otro motor que empuja la economía en un cierre de año que, una vez más, llega con el acelerador a fondo.