Colombia entra en modo despegue. El Ministerio de Transporte y la Aerocivil proyectan que entre el 5 de diciembre y el 13 de enero pasarán por los aeropuertos del país 7,4 millones de pasajeros, una cifra que convierte esta temporada en una de las más exigentes de los últimos años. No es poca cosa: más viajeros, más rutas, más presión sobre la operación y un margen mínimo para errores en plena época de mayor demanda turística.
El arranque ya muestra el tamaño del reto. Solo entre el 5 y el 9 de diciembre se estima el tránsito de 957.736 viajeros. De ellos, 613.773 volarán dentro del país y 343.963 irán o vendrán del exterior. Los destinos nacionales que se preparan para la avalancha son los de siempre, pero con números más altos: San Andrés, Cartagena, Santa Marta, Medellín-Rionegro, Cali y Leticia. Afuera, las rutas internacionales calientes siguen siendo Miami, Panamá, Madrid, Quito, Lima y Santiago de Chile, con un repunte hacia Buenos Aires y São Paulo en la última semana del año.
Ante picos operativos que podrían superar los 127.000 pasajeros diarios en vuelos nacionales y 73.000 en internacionales, el Gobierno activó una coordinación finísima con aeropuertos, aerolíneas, Migración Colombia y el sistema de control aéreo. La ministra de Transporte, Mafe Rojas, lo dejó claro: “Entramos a una temporada histórica. Nuestra prioridad es la seguridad aérea, el servicio al pasajero y la información clara. Estamos preparados y coordinados para que los viajesn tranquilos, bien informados y con acompañamiento permanente del Estado”.
Desde la Aerocivil, el mensaje es igual de directo. Su director encargado, Luis Alfonso Martínez Chimenty, afirmó que “la seguridad aérea y el buen servicio a los viajeros son nuestra prioridad. Trabajamos en coordinación permanente con los aeropuertos, aerolíneas y autoridades para garantizar operaciones fluidas, seguras y con la menor cantidad de afectaciones posibles”. Y sí: cuando el flujo se dispara, cualquier mínimo tropiezo se vuelve bola de nieve.
Las autoridades insisten en lo básico, pero crucial: llegar con tiempo, revisar el estado del vuelo, anticipar trámites migratorios y de equipaje y evitar caer en información falsa. En épocas donde todo el mundo parece tener prisa, estas recomendaciones son menos un protocolo y más un salvavidas.
Además, el Ministerio recordó que sigue activa la campaña “Decide bien, porque la vida es primero”, enfocada en reducir los siniestros viales durante la temporada. Aunque el foco mediático suele estar en los aeropuertos, buena parte del turismo decembrino se mueve por carretera, y allí las decisiones individuales son las que definen si el viaje termina bien o mal.
Para cerrar la pinza, la Aerocivil comenzará a monitorear en tiempo real el tráfico aéreo nacional e internacional, publicando actualizaciones constantes. En una temporada donde millones se moverán al tiempo, la información precisa será tan importante como la operación misma. Si todo sale bien, Colombia cerrará el año demostrando que ya no es un país que solo recibe turistas: también está aprendiendo a gestionarlos a escala.