Noviembre dejó una señal clara en Cartagena: el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez sigue creciendo y ya opera como termómetro del turismo y los negocios de la ciudad. En el mes se movilizaron 639.472 pasajeros, un aumento del 5 % frente a noviembre de 2024 y del 1,8 % respecto a octubre. Con ese empujón, la terminal acumula 7.050.441 pasajeros entre enero y noviembre, lo que se traduce en un crecimiento anual del 3 %.
El motor principal fue la conectividad. Las rutas internacionales avanzaron un 5 %, mientras el tráfico nacional subió 2,6 %. En números operativos, se registraron 3.731 vuelos domésticos y 982 internacionales, un ritmo asociado al arranque de la temporada alta y al impacto directo de las Fiestas de Independencia. Entre el 7 y el 17 de noviembre, en pleno calendario festivo, pasaron por el aeropuerto 230.483 pasajeros, un 6,7 % más que el año anterior.
La agenda internacional también ayudó. A finales de octubre se inauguró la ruta estacional Katowice-Cartagena, operada por World2Fly, que abrió una ventana directa con Europa del Este. A eso se sumó la reactivación de los vuelos estacionales de Air Canada hacia Toronto y Montreal, una jugada que refuerza el flujo de turistas norteamericanos hacia la ciudad.
Desde la administración del aeropuerto el mensaje es de confianza. “Las cifras de noviembre demuestran la solidez del aeropuerto y la confianza de los viajeros y aerolíneas en Cartagena. Nuestro compromiso es seguir ampliando la conectividad, fortalecer la operación y garantizar un servicio con los más altos estándares. La reciente certificación como Aeródromo Internacional otorgada por la Aerocivil respalda ese esfuerzo”, afirmó Carlos Cuartas, gerente general.
Con estos resultados, Rafael Núñez se mantiene como el tercer aeropuerto con mayor tráfico del país. Para el cierre de 2025, la expectativa es alcanzar cerca de 7,8 millones de pasajeros, una cifra que confirmaría que Cartagena ya juega en otra liga en materia aérea.
Ese crecimiento también trae presión. La terminal prepara adecuaciones previas al proyecto de modernización para aliviar la saturación en la sala nacional y mejorar la climatización. “Las adecuaciones que adelantamos hacen parte del proceso de modernización del aeropuerto. Nuestra expectativa es iniciar las obras mayores el próximo año, de manera que Cartagena pueda responder de forma más eficiente y oportuna al crecimiento sostenido en la movilización de pasajeros”, explicó Christian Carrazana.
El mensaje de fondo es simple: más pasajeros significan más turismo, más negocios y más exigencia operativa. Rafael Núñez cerró noviembre con números sólidos, pero el verdadero reto será sostener el ritmo sin que la experiencia del viajero pague el costo del éxito.